¿De vacaciones antes del playoff?

    Otra derrota ante un rival inferior y fuera de casa. Tópico muy repetido esta temporada. La arandina parece que sólo se motiva cuando está al borde del precipicio o si el rival tiene nombre de campanillas. Las crónicas desde Aguilar cuentan que los ribereños salieron al campo como quien sale de excursión. Esta actitud ya se ha producido en varias ocasiones. Sobre todo en casa con rivales en teoría menores. La afición se ha acostumbrado a presenciar primeras partes regaladas al contrario en juego y a veces resultado. Esos partidos en casa a principio de temporada tenían un plan b que era meter a David Alonso en la izquierda y pasar a Adri a la banda derecha y se conseguían empatar o remontar. Recuérdense empates ante La Granja en casa o Aguilar en casa en la primera vuelta y victorias por los pelos ante Numancia B o Astorga.

    En casa más o menos se maquillaban las carencias con arreones. Sin embargo en este final de temporada el problema se ha agudizado, se perdió con el Tordesillas en casa y en los viajes a La Granja y Aguilar.La Arandina ha jugado a la ruleta rusa en muchos partidos como el de Aguilar. La culpa la tiene no tener un patrón de juego claro en el que la posesión del balón sea la clave. Rivero apuesta todo a llevar el balón rápidamente a los delanteros y encomendarse a la pegada de Gustavo Xabi o Ayrton. Los rivales lo saben y desconectan ese juego. Ahí es donde aparecen los problemas. Espero que Rivero deje ya las ruedas de prensa para anunciar cambios en alineaciones como esta semana y se dedique a entrenar más, sobre todo el ataque que es muy previsible.