Primeros tres puntos en el casillero de la liga. La Arandina no sólo ganó, sino que convenció jugando bien. La metamorfosis se intuía en pretemporada y hoy se ha confirmado. El balón no sale a base de pelotazos de 30 ó 40 metros. La circulación de la pelota es primordial para encontrar huecos arriba. Huecos que se ocupan con dos delanteros (Ayrton, Lolo), apoyados por un media punta (Gallego) y surtidos de centros por las bandas (Adri y Zamora). Mucho potencial para crear muchas opciones y ocasiones de gol. Tras un buen comienzo de la Arandina con ocasiones de Zamora y Ayrton los locales empezaron a perder el control del medio del campo. Gallego tiene un instinto natural que es vivir a 10 metros del área rival y empezó a desentenderse de la creación. Ahí aprovechó el Santa Marta para crear peligro con dos tiros a los palos de Alex.
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| Zapatera en rueda de prensa |
Tras el descanso, la Arandina recobró el dominio. Zapatera vio claro que necesitaba alguien más cerca de David Marcos en la medular. No especuló y entraron Marcos Blanco y Oskitz para reanudación. Lolo y Adri a la caseta. Mejoraron los locales. Más posesión y más asociaciones en ataque. Gallego se pudo acercar más al área rival y así vinieron los goles. El primero, tras saque de banda, Oskitz en el punto de penalti cede de tacón a Gallego, que anota. El segundo, poco después, un pase largo al desmarque de Gallego al que no llega el portero rival. El aragonés no perdona y establece el 2 en el electrónico. A partir de aquí los visitantes dejaron de presionar. Los locales se dedicaron a pasar los minutos teniendo la pelota. Zamora rematando un corner marcó el tercero.
En definitiva, ningún estilo asegura resultados de manera científica en este mundo del fútbol. Pero si Rivero se preguntaba por qué no iba más público al Montecillo, le bastaría ver este partido para darse cuenta de que, a veces, sólo el resultado no basta. Si este equipo sigue jugando así no tengo dudas de que convencerá a la gente
