Como hizo el Cid Campeador tras su destierro por el rey de Castilla. El Artepref regresó triunfante de su viaje forzoso. El partido se lo llevó el, en teoría, equipo local. En teoría porque se notó que el primer tiempo, ambos equipos se respetaban y se aclimataban a una cancha extraña para todos. El partido fue igualado y hasta en la grada se notaba que los numerosos aficionados arandinos nos sentíamos en casa ajena.
Todo cambió en la segunda parte. El Artepref pareció aclimatarse a la pista y aumento el ritmo del partido. El encuentro se volvió más eléctrico, y ahí el Artepref se maneja bien. Además el público, que abarrotó la pequeña grada del pabellón Peñafielense, se conectó con el equipo. La simbiosis dio como resultado el mejor resultado a favor del villa de Aranda con una renta de 4 goles. Sin embargo, el partido se apretó en los momentos finales. Barakaldo apretó los dientes intentado igualar el marcador, pero casi sobre la bocina el Artepref sentenció el encuentro en la última jugada.
Por otra parte, destacar el comportamiento de la afición arandina. Arropó al equipo desplazándose en buen número a Peñafiel. Llenado la grada. Además, no sólo fueron espectadores, sino que utilizaron sus gargantas para apoyar al Artepref.
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