Destierro por culpa del granizo y la dejadez

Siempre es duro salir de casa, pero lo es aun más, si es por causas ajenas a tu voluntad. Hoy el partido contra Barakaldo se juega en Peñafiel. Un duro varapalo sobre todo para la afición que tiene más difícil disfrutar de su equipo, ya que la mayoría no puede desplazarse. También es un serio contratiempo para el club, por lo que supone un desplazamiento más y una taquilla menos. El partido estaba programado como día del club, algo que hubiera refrescado los números calientes del club. Mal para todos pues muchos socios que no pueden ver el partido se quejan de que nadie les reembolsará el dinero y encima tendrán que abonar un dia del club el último partido.
La vida no es justa, y las desgracias nunca vienen solas. Es verdad. Una nube caprichosa cargada de granizo destrozó la cubierta del pabellón. Una cubierta que ya tenía una salud un tanto endeble. No puedo más que cabrearme, cuando hace poco el superconcejal Eusebio decía que no había presupuesto para una cancha nueva. Si que lo hay para carriles bici (que estoy por la labor) faraónicos y huertos para domingueros. Proyectos nuevos pero de poco aprovechamiento general. Sin embargo, con ese dinero se podría, hacer un arreglo en condiciones de una de la instalaciones más útiles y emblemáticas. Muy bien, Eusebio deja que se desmorone lo poco que nos queda, que andamos "sobraos".

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